Con el precio del combustible siempre en aumento, todos buscamos formas de hacer que cada litro rinda más. Además de los consejos habituales como mantener las llantas infladas y evitar acelerones bruscos, existe un "secreto" que a menudo se pasa por alto: el mantenimiento del motor. Un motor que no funciona de manera eficiente, es un motor que desperdicia gasolina.
Tu Motor te está Costando Dinero (y no te das cuenta)
La computadora de tu auto está programada para inyectar una cantidad precisa de combustible por una cantidad precisa de aire. Cuando los componentes se ensucian o desgastan, este equilibrio se rompe y la computadora intenta compensar, usualmente inyectando más gasolina de la necesaria. Aquí están los principales culpables:
1. Inyectores Sucios
En lugar de pulverizar una fina niebla de combustible, los inyectores sucios gotean o chorrean. Esto provoca una combustión incompleta, desperdiciando gasolina y reduciendo la potencia. Una limpieza de inyectores preventiva puede restaurar el patrón de aspersión correcto y mejorar la eficiencia drásticamente.
2. Cuerpo de Aceleración Obstruido
Si la válvula que controla el aire (el cuerpo de aceleración) está sucia, no puede regular el flujo de aire de manera precisa. Esto confunde a los sensores y a la computadora, que responde inyectando más combustible para evitar que el motor se apague, especialmente en ralentí. Una limpieza de cuerpo de aceleración asegura que el motor reciba la cantidad exacta de aire que necesita.
3. Bujías Desgastadas
Una bujía en mal estado produce una chispa débil. Esto significa que no todo el combustible inyectado en el cilindro se quema, y ese combustible no quemado se expulsa por el escape. Es literalmente dinero saliendo por el mofle. Un cambio de bujías a tiempo garantiza una chispa fuerte y una combustión completa.
El mejor truco para ahorrar gasolina no es un aditivo mágico, es un motor bien afinado.